Cuando la familia y los negocios confluyen

Durante varios años hemos acompañado a familias en la profesionalización de sus negocios. En primer lugar, nos enorgullece ser convocadas para integrarnos a un sistema en el que confluyen afectos, habilidades, experiencias, deseos, frustraciones, dinero, formas de hacer negocios, expectativas, conocimientos, distintas perspectivas generacionales.

El mayor disfrute lo sentimos cuando:

• Las propias familias comienzan a distinguir los diferentes tipos de conversaciones, y cada una de ellas tiene un ámbito donde canalizarse y tratarse.

• Las conversaciones en las reuniones de directorio comienzan a focalizarse en planes, presupuestos, indicadores, soluciones, fundamentando argumentos, debatiendo airosamente, escuchándose mutuamente.

• Las nuevas ideas se proponen adecuadamente, se evalúan con criterios claros y no se hieren (ni se sienten heridas) las susceptibilidades: hay confianza

• Los “incendios” que debían apagar constantemente, se convierten en “tareas” con responsables y plazos; y cada vez son menos los incendios, porque aprendieron a prevenir, planificar y/o delegar.

• Se observa la alineación de la familia en un propósito compartido y se derrama a toda la organización.

Y, aquí en confianza, el mayor logro lo sentimos cuando observamos a las familias reírse juntas (trabajando!!!) y transforman el afecto que las une en una fortaleza increíble!!

Queríamos compartirlo de alguna manera porque es parte importante de lo que hacemos y no lo contamos, no publicamos fotos de esos procesos!

Testimonios de

Nuestros clientes